
...el fetiche es el sustituto del falo de la mujer (de la madre), en cuya existencia el niño pequeño creyó otrora y al cual -bien sabemos por qué- no quiere renunciar...


si la mujer está "castrada" su propia posesión de un pene corre peligro... el horror a la castración se erige a sí mismo una especie de monumento al crear dicho sustituto.
