"es preciso despedirse sin reservas de las representaciones del acto político originario como un contrato o una convención que sella de manera definitiva el paso de la naturaleza al Estado. En lugar de ello: una zona de indeterminación mucho más compleja entre nómos y physis, en que el vínculo estatal, al revestir la forma de bando, es ya siempre no-estatalidad y seudonaturaleza. La errada comprensión del mitologema hobessiano (homo hominis lupus) en términos de contrato y no de bando ha supuesto la condena a la impotencia de la democracia cada vez que se trataba de afrontar el problema del poder soberano y la ha hecho incapaz de pensar verdaderamente una política no estatal en la modernidad" (G.Agamben, Homo Sacer I)
"El giro de-colonial es la apertura y la libertad del pensamiento y de formas de vida (economías-otras, teorías políticas-otras), la limpieza de la colonialidad del ser y del saber; el desprendimiento del encantamiento de la retórica de la modernidad, de su imaginario imperial articulado en la retórica de la democracia. En diálogo con la razón imperial crítica, diría lo siguiente: Martín Heidegger tradujo aletheia (verdad) como «lo abierto y libre en la restitución del ser» (Parmenides, I, 95). la medida en que el empoderamiento es el horizonte del pensamiento de-colonial (y no la «verdad»), «es lo abierto y libre en la decolonialidad del ser». No importa cuántas críticas hagamos a los imperios, al imperialismo o al Imperio. Son todas ellas giros en redondo, mordiscos en la cola. Las críticas en la lengua del imperio continúan ocultando la puerta, la apertura y la libertad a las cuales apunta el pensamiento de-colonial. Metáforas tales como «un mundo en el que quepan muchos mundos» y «otro mundo es posible» son las metáforas que muestran donde está la puerta." W. D. Mignolo
Lo real no puede ser tomado como modelo, porque para nosostros lo real está capturado, no es una construcción neutra. Lo real es una contrucción ideologizada y estabilizada, situada al nivel de la cultura y transformada en procedimiento de intercambio informativo a través del lenguaje, la educación... Sobre esa realidad establecida, opera el teatro. La actuación dice: todo eso es falso, porque yo lo actúo mejor. Todas las cosas que vos crees que constituyen tu identidad, yo las actúo. Y con mayor intensidad, por eso la gente me viene a ver a mi actuar, y no a vos vivir. (Ricardo Bartís en revista DoDó)