viernes, 30 de enero de 2009

elemento perdido, reencontrado


...el fetiche es el sustituto del falo de la mujer (de la madre), en cuya existencia el niño pequeño creyó otrora y al cual -bien sabemos por qué- no quiere renunciar...






si la mujer está "castrada" su propia posesión de un pene corre peligro... el horror a la castración se erige a sí mismo una especie de monumento al crear dicho sustituto.

Adviértase qué función cumple el fetiche y qué fuerza lo mantiene: subsiste como un triunfo sobre la amenaza de castración y como salvaguardia contra ésta; además, le evita al fetichista convertirse en homosexual... En el curso de la vida ulterior, el fetichista halla aún otras ventajas.. los demás no reconocen el significado del fetiche, y por consiguiente, tampoco se lo prohiben; le queda fácilmente accesible, y la gratificación sexual cómodamente garantizada (Freud, Fetichismo, 1927)

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