
(…) Estaba latente y colmaron el Cilindro (…)
por eso en La Academia (…) la tensión generalizada … se tomó su tiempo para armar el equipo.
El Chocho jugó al misterio en la previa al choque; como si cada decisión fuera
determinante y decisiva
en la vida de Racing.
bien parado. Lollo bien parado en el medio,
recuperando pelotas y distribuyendo.
Gigli picó. Definió cruzado,
apenas al lado del palo
cuando todos los Piratas ya gritaban el gol atrás del arco.
Y cuando más sufría Racing,
frotaron la lámpara sus dos mejores jugadores.
A los 24, un tiro de esquina provocó los revolcones.
(…) un nuevo pelotazo complicó
El Pirata no mereció irse al vestuario en desventaja.
Se luchó mucho en el final.
La entrega de los pibes.
El apoyo de los hinchas.
El pitazo de Pezzotta.

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